«Yo esto no lo voy a aprender nunca»; Una de las frases más comunes a lo largo de las distintas formaciones en Competencias Digitales para crecer es la afirmación -esto yo no lo voy a aprender nunca-. En Santa Olalla aparece el segundo día de curso, cuando empezamos a asentar los conceptos más básicos de la informática, como saber que es un ordenador, diferenciar sus partes, componentes y principales funciones. Hasta aquí son comunes las caras de interés y motivación, pero la expresión cambia cuando llega el primer punto de inflexión, “domesticar” el ratón.
«Yo esto no lo voy a aprender nunca»;
Ese pequeño periférico con tan solo 3 botones que aprendemos a manejar y con el cual la mayoría de las personas estamos familiarizadas. Excepto en el caso de las nuevas generaciones, que prefieren utilizar el touchpad por su similitud a los dispositivos táctiles con los que han crecido.
Este primer contacto con el ratón en personas en situación de brecha digital se traduce en personas que ponen el ratón al revés, lo sujetan con las dos manos, no tienen muy claro en qué lado se coloca, realizan clics con demasiada fuerza… Sin olvidarnos del momento de conectarlo al ordenador mediante el cable USB.
Recordamos con cariño a Rosa, una alumna de la localidad de Santa Olalla, la cual en esta primera interacción con el ratón llegó a decir, -a este mañana le pongo una trampa con un trocito de queso, verás como así no se me escapa-. Una acción que puede parecer tan sencilla como mover el cursor por la pantalla, se convierte en ocasiones en un reto difícil de afrontar. Agarrar el ratón y manejarlo como una extensión más de nuestro cuerpo es una realidad que cuesta alcanzar, pero tras unos ejercicios de práctica, conseguimos seguir a la famosa “flechita” por la pantalla, evitando que se nos escape.
El segundo paso es más sencillo
Una vez conocemos el movimiento que debe realizar nuestra mano para desplazar el cursor por la pantalla, añadimos, la principal función del ratón a nuestra memoria muscular, los clics. Un clic para seleccionar un archivo, o arrastrarlo suele ser tarea fácil, en la mayoría de los casos no supone un gran esfuerzo.
El uso de la ruleta también resulta amigable, las complicaciones empiezan al conocer el botón derecho del ratón, añadir esta función se convierte en la pregunta más frecuente en los primeros días de curso – ¿Pero hacemos clic con el botón izquierdo o con el derecho?
Las confusiones son frecuentes llegado este punto.
Sin duda el mayor reto llega al conocer el doble clic, una acción que ha de ser rápida y estática se convierte en el mayor ejercicio de concentración que llega a experimentar el alumnado a lo largo de las formaciones, de repente, nos encontramos con archivos que se duplican, acciones que no se realizan, selecciones de textos en pantalla…
Pero tras dedicarle tiempo, esfuerzo y paciencia las personas participantes terminan dominando con éxito este escurridizo periférico, ver cómo evoluciona su aprendizaje y su satisfacción personal se convierte en uno de los resultados más satisfactorios de estas formaciones.
Escuchar comentarios como – ¡Ya no se me escapa! – o – ¡Acabo de hacer el doble clic sin liar ninguna! – pasan a mostrar los resultados de estas formaciones, de nuevo gestos y acciones que pueden resultar sencillas, dependiendo del contexto pueden convertirse en retos de aprendizaje.
Artículo referente al curso realizado por Movimiento por la Paz en Santa Olalla (TO) celebrada entre el 11/04/2023 al 24/04/2023.
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Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Financiado por la Unión Europea – #NextGenerationEu
Con el apoyo y financiación del Gobierno de Castilla – La Mancha con la Consejería de Bienestar Social CLM.