Descubriendo las TIC, por Laborvalía

Autoría: Laborvalía

Actualmente estamos cansados de escuchar como denominamos a las generaciones que están inmersas en las nuevas tecnologías: generación Z, alpha… Generaciones que actualizan sus conocimientos de forma intuitiva y autodidacta, donde desde que se levantan hasta que finaliza el día realizan actividades que mejoran y facilitan su día a día. Pero no todo el mundo ha adquirido esas habilidades y capacidades para sumarse al gigante de la tecnología y las telecomunicaciones.

Nuestro colectivo bien por su discapacidad o bien por la edad, el emplazamiento de su vivienda, o simplemente por la falta de medios a su alcance, hace que no obtengan conocimientos esenciales sobre competencias digitales para su vida diaria.

Actualmente, podemos dividir en dos el manejo de las tecnologías: por un lado el uso diario que tenemos con el teléfono móvil, aquí es donde más soltura tienen nuestros participantes y los cuales están al tanto de las nuevas aplicaciones, la comunicación con amigos y familia a través de WhatsApp, el envío de imágenes etc.. Y por otro lado el uso del ordenador, el cual hace que muchos tengan una brecha digital muy significativa. Todos los conocimientos adquiridos como el uso del explorador de archivos y el uso del gmail han supuesto una novedad para muchos de ellos, ya que hasta ahora no sabían cómo mandar un correo y los que sí que lo hacían, no sabían la multitud de posibilidades que tenía Gmail.

Aspectos tan cotidianos como mandar un correo que toda la población realizamos como algo diario y que es necesario para multitud de hechos: como simplemente acercarse al mundo laboral, a través del envío de un currículo o una carta de presentación hacen que simplemente postularse a una oferta de trabajo sea muy complicado o incluso impensable para ellos.

Brecha digital por niveles

En nuestro grupo hemos tenido dos niveles, unos usuarios con una brecha digital muy significativa, los cuales además tenían dificultades lectoescritoras, incluso algunas participantes que no disponen ni de teléfono móvil propio o directamente algunas que carecen de acceso a internet.

El grupo que tenía aparentemente algo más de conocimientos, comprobamos que no eran tales y lo único que más controlaban era la parte del WhatsApp ya que es algo que usan de manera diaria. Pudimos comprobar que el tema de correo electrónico y aspectos sencillos del explorador de archivos, eran desconocidos y difíciles de manejarlo.

Como resumen podemos decir que la formación ha estado adaptada a las necesidades de los participantes, que en todo momento ha servido de grandísima ayuda la atención por parte de EAPN – CLM y las modificaciones que se han realizado para mejorar la adaptabilidad de la plataforma. Destacar que este tipo de formaciones son indispensables para nuestro colectivo ya que la brecha digital podemos decir que es uno de los factores de desigualdad más determinante de nuestro tiempo. El único aspecto de relevancia para nosotros en cuanto a las nuevas formaciones es pedir que todos los participantes tengan un nivel mínimo de lectura, escritura y comprensión ya que facilita mucho la correcta dinámica del aula.