Formaciones que crean redes de apoyo en municipios pequeños; La soledad ha ido creciendo en muchos de los hogares españoles por diferentes motivos. El auge del individualismo y el declive de las redes de apoyo social y familiar (desafiliación), la crisis de los cuidados en un contexto de desigualdad y precariedad crecientes y por supuesto la ambivalente relación del individuo con las tecnologías digitales donde muchas de las relaciones pasan a través de los dispositivos móviles.
En 2020, el 10,4% de la población vivía en viviendas unipersonales. 56,4% de personas con menos de 65 años y 43,6% mayores de esa edad[1] (de los cuáles 70% son mujeres)[2]. La mayoría de hombres solteros y mujeres viudas.
Por otro lado, los hogares monoparentales también han ido creciendo en un 0,6 desde 2018. En 2020, 10,63% de los hogares están compuestos por madres o padres con menores a su cargo.
Esta situación conlleva en muchas ocasiones a una soledad. Soledad que no tiene porqué implicar que sea no deseada. Mucha gente decide aislarse de forma voluntaria también. La soledad no deseada es la sensación que experimenta parte de la población en la que se tiene la percepción de no tener apoyos o alguien con quien contar, incluso sin estar aislado físicamente.
Esta soledad no deseada es un problema social que afecta cada vez a más personas en Europa y en España. Supone una fuente de sufrimiento, limita el derecho de participación en la sociedad y tiene consecuencias negativas en múltiples aspectos de la vida, generando costes sociales.
Formaciones que crean redes de apoyo
Lo que hemos podido experimentar en los últimos cursos llevados a cabo es que estas formaciones no sólo tienen el objetivo primigenio de cerrar la brecha digital de la ciudadanía más vulnerable de la región de Castilla La Mancha sino también está apoyando la creación de redes vecinales y comunitarias. Personas que se encuentran durante muchos días configuran un espacio donde se forja un compañerismo, una empatía, llegando incluso a forjar lazos de amistad. Son personas que viven en los mismos municipios y quizás sean vecinos y/o vecinas pero no se conocen. La participación diaria en los cursos de competencias digitales para crecer está fomentando las relaciones sociales y las redes de apoyo.
Más allá de las competencias digitales
Personas mayores que viven solas y gracias al curso han empezado a quedar para repasar los contenidos formativos aprendidos durante el curso, para dar un paseo o simplemente para tomar un café. Familias con menores a cargo que se organizan para conciliar la vida laboral con apoyo de otras personas y familias monoparentales, sobre todo mujeres, que se organizan para recoger a los niños y niñas del colegio, para cuidarlos y que los progenitores puedan realizar tareas de forma más sencilla sabiendo que sus hijos e hijas están bien.
Estas prácticas como consecuencia del proyecto es un beneficio que va más allá de la adquisición de competencias digitales básicas y los recursos de equipamiento para poder llevarlas a cabo; es un refuerzo del tejido social y comunitario. Un proceso de creación de redes de amistad y redes de apoyo entre personas de la misma comunidad.
Artículo referente al curso realizado por Horuelo en Numancia de la Sagra (TO) celebrada entre el 07/02/2023 al 23/02/2023
#CompetenciasDigitalesCLM
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Financiado por la Unión Europea – #NextGenerationEu
Con el apoyo y financiación del Gobierno de Castilla – La Mancha con la Consejería de Bienestar Social CLM
Bibliografía;
[1] Uno de cada cuatro hogares son unipersonales (rtve.es)
[2] Inicio | Observatorio contra la soledad no deseada (soledades.es)