La brecha digital como factor de riesgo de exclusión económica, por Acción contra el Hambre

La brecha digital como factor de riesgo de exclusión económica; En la actualidad, la tecnología digital es una parte integral de nuestra vida. Desde el trabajo hasta las relaciones sociales, la tecnología digital está presente en casi todas las áreas. Sin embargo, para muchas personas en riesgo de exclusión económica, la brecha digital puede presentar una barrera significativa para el acceso a la información, la educación y las oportunidades de trabajo.

Las personas en riesgo de exclusión económica pueden incluir a aquellos que no tienen acceso a recursos financieros, a personas con discapacidades, a personas mayores, a inmigrantes y a personas que viven en zonas rurales y remotas. Para estas personas, la brecha digital puede manifestarse de varias maneras.

Una de las principales dificultades a las que se enfrentan es la falta de acceso a la tecnología. Muchas personas simplemente no pueden permitirse comprar un ordenador, un teléfono inteligente, o pagar una conexión a internet. Para estas personas, el acceso a la tecnología es un lujo, y a menudo deben buscar recursos en la comunidad para poder usarla.

Incluso si una persona tiene acceso a la tecnología, puede enfrentar problemas de conectividad. Las personas que viven en áreas rurales y remotas a menudo tienen conexiones a internet lentas o inestables. Esto puede dificultar el acceso a recursos en línea, como la educación en línea, la búsqueda de trabajo y el acceso a servicios gubernamentales.

La falta de habilidades tecnológicas también puede presentar una barrera para muchas personas. Para aquellos que no han crecido usando la tecnología, puede ser intimidante aprender nuevas habilidades tecnológicas. Esto puede incluir cosas como enviar correos electrónicos, realizar búsquedas por Internet o completar formularios de solicitudes en línea. La falta de confianza y habilidades tecnológicas puede dificultar la búsqueda de trabajo y la participación en la comunidad.

Otra barrera importante es el coste de los servicios. A menudo, las personas en riesgo de exclusión económica no pueden permitirse pagar por servicios como cursos online o suscripciones a plataformas educativas. Esto puede limitar su acceso a la educación y las oportunidades de trabajo que requieren habilidades técnicas.

La brecha digital también puede tener un impacto en la salud mental y emocional de las personas en riesgo de exclusión económica. A medida que más servicios se mueven en línea, como la atención médica y los servicios de asesoramiento, las personas pueden sentirse aisladas y desconectadas de la comunidad. Esto puede tener un impacto negativo en su salud mental y emocional, lo que puede empeorar aún más su situación económica.

La educación como agente para combatir la exclusión.

En resumen, la brecha digital es una barrera significativa para las personas en riesgo de exclusión económica. La falta de acceso a la tecnología, la conectividad, las habilidades tecnológicas, los costes de los servicios en línea y el impacto en la salud mental son solo algunas de las formas en que la brecha digital puede afectar a estas personas. Es importante trabajar para reducir esta brecha digital y garantizar que todas las personas tengan acceso a la tecnología y las oportunidades que ofrece.

Por ello, queremos resaltar la importancia de iniciativas como la del curso “competencias digitales para crecer” que están realizando desde EAPN-CLM, que facilitan el acceso a las tecnologías digitales a todos los sectores de la población, así como el desarrollo de habilidades para su correcta utilización. Creemos que una educación accesible y de calidad es la única manera de poder garantizar una participación plena y en igualdad de condiciones en la sociedad actual para todos.