Reducir la brecha digital, por Horuelo

¿Qué es la brecha digital y por qué es importante reducirla?

La brecha digital hace referencia a la desigualdad entre las personas que pueden tener acceso o conocimiento en relación a las nuevas tecnologías y las que no.

El acceso y manejo digital proporciona multitud de beneficios y oportunidades tanto individuales como colectivos, por eso es fundamental reducir esta desigualdad.

Dentro de la brecha digital nos encontramos con la primera (relacionada con el acceso al equipamiento) y la segunda (relacionada con el conocimiento y utilización de las TIC).

El uso de las TIC a nivel de la población general permite por un lado acceder a todo tipo de información además de poder difundir esas noticias o datos en poco tiempo. Consiente la educación a distancia, las personas pueden desde sus casas desarrollar procesos de aprendizaje de todo tipo e impartidos por cualquier organización situada en cualquier lugar del mundo. En los últimos tiempos e impulsado en parte por la crisis del COVID19, se ha asentado el teletrabajo llevando en 2021 incluso a crear el Libro Blanco del teletrabajo internacional por parte de la asociación española de movilidad laboral internacional FEEX.

Por otro lado, han aumentado las posibilidades y la variedad de productos que se pueden comprar de forma online dando también posibilidades a las personas de emprender, una mejora para personas empresarias como personas usuarias lo que ha impulsado también por ejemplo el sector del transporte y de la logística.

El acceso a las TIC consiente además tener un contacto directo y cercano con las personas queridas mejorando las comunicaciones interpersonales a través de las redes sociales, foros, chats y grupos de WhatsApp.

Y para finalizar ofrece un amplio abanico de ocio a través de las plataformas donde se pueden ver Películas y series en streaming, videojuegos, aplicaciones de ocio, el uso de las redes sociales, los libros digitales o el acceso a la lectura de miles de blogs y revistas digitales.

Todas estas variables mejoran la calidad de vida de las personas.

Pero… ¿Tienen todas las personas acceso a estas nuevas ventajas?

Según el INE, el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en los hogares ha crecido en los últimos años, si bien sigue existiendo una brecha entre los usuarios y no usuarios que se puede atribuir a una serie de factores: la falta de infraestructura (en particular en las zonas rurales), la falta de conocimientos de informática y habilidades necesarias para participar en la sociedad de la información, o la falta de interés en lo que la sociedad de la información puede ofrecer.

Según el informe de la Fundación Telefónica “Sociedad Digital en España 2022”³ , España se sitúa en el top 4 de los países de la OCDE con mayor proporción de accesos de fibra óptica respecto del total de accesos de banda ancha fija. Esta mejora de los últimos años deja todavía a muchas familias fuera de un acceso continuo y estable al uso de las TIC por varios motivos. Por un lado, la situación económica de las unidades de convivencia es determinante a la hora de acceder a internet. Por ejemplo, en 2020, el 71% de los hogares con rentas bajas en España (menos de 900€) afirmó no disponer de internet por razones económicas.

Otra razón para la dificultad en el acceso reside en la brecha digital geográfica. La falta de infraestructura en determinados puntos del territorio también hace que existan diferencias significativas en el acceso a internet, que depende actualmente de múltiples factores como la distribución territorial de los núcleos urbanos o la riqueza de cada autonomía. Por ejemplo, mientras en Galicia un 70% de los hogares dispone de banda ancha, en Madrid el porcentaje es del 93,5% (2020).

Otra razón fundamental de desigualdad, es la brecha que se crea en el acceso al mundo del trabajo. La ausencia de habilidades y competencias digitales se ha convertido en una barrera determinante a la hora de entrar en el mercado laboral.

Los desempleados ocupan menos tiempo en internet, sólo el 54,8% (INE, 2020), lo que hace que tengan menos oportunidades para encontrar trabajo. Además, según la misma fuente, uno de cada cuatro no sabe enviar un correo electrónico. Por ello, se considera que la falta de capacitación digital es directamente proporcional a la falta de empleabilidad y a un peor desarrollo profesional.

Aunque estas variables se han ido transformando en los dos últimos años, y la banda ancha empieza a llegar en estos días de febrero a muchas pequeñas localidades tanto de Castilla La Mancha como Castilla y León, todavía queda mucho por hacer. La motivación y la capacitación digital es fundamental para todas las franjas de edad.

La implicación de las administraciones públicas, como ha sido para el desarrollo del presente proyecto, es fundamental y sobre todo el cómo apoyar el aprendizaje de muchos trámites administrativos en aquellas personas no familiarizadas con las nuevas tecnologías digitales.